Hace muchos siglos, los dioses Júpiter y Juno tuvieron un hijo. Nació tan deforme que sus padres, avergonzados, le arrojaron al mar dejándole a su suerte. Era cojo de las dos piernas y desgarbado. En cambio, tenía la genialidad de todos los dioses juntos.

Su primera obra fue la mujer, que puso como nombre Pandora. La fabricó con barro, con cariño y con mucho esfuerzo. Resultó tan hermosa, que los dioses votaron para que entrara en el consejo. Con esto se ganó una fragua y la confianza de muchos. Mas, aún así, seguía siendo mal visto. Pero no se rindió. Continuó sus hazañas artísticas con la ayuda de leales cíclopes. Tan sólo quería ser ALGUIEN y no ALGO.

Tiempo después, Juno, orgullosa de sus méritos, le entrego la mano de la bella Venus en matrimonio. Ésta, avergonzada también de tener como esposo un monstruo, acostumbró a salir con otros dioses y mortales a escondidas. Él quiso demostrar a Júpiter que le era infiel con Marte, y para ello, construyó una red que escondería en su cama. la ingenua parejita se acostó en ella, la trampa se activó y... ¡ZAS!, les atrapó. Ambos recibieron un gran castigo. ¡Pero todavía se siguen viendo!. Y de nuevo, para consolarle, fue nombrado Dios del Fuego.

Ahora, trabaja en nuevos proyectos en su fragua del monte Etnia, dentro del volcán.

(...)

¡¡¡Padre. Madre. Miren a su hijo. Miren al cojo Vulcano. Ven qué hace el viejo Vulcan, ¿eh?. Ven de los que soy capaz!!!.

¡¡¡Venus, ya puedes huir con mi hermano Marte tranquila. Me da igual. Porque estoy harto de todo. Estoy harto de todos vosotros!!!.

Por eso les voy a hacer felices...

Este monólogo lo escribí para una obra de teatro representada durante el pasado año en Extremadura llamada EL VIAJE DE ULISES, en la que yo era Vulcano. La escena incluía acrobácias aéreas en una estructura de 8 metros, mucho fuego y sangre, mientras Vulcano hacía su trmpa, Ulises le observaba inmóbil detrás de una roca. Acaba con el suicidio del dios.