En el fondo es todo...
En el fondo siempre fue tan poco que parecía inaudito que esto no se terminara en los tiempos convenidos. Sólo era cuestión de que tuvieras ganas. Quizás por qué no, de que quisieras formar parte de ese proyecto . Las paredes las pintaron los chicos con su mejores ímpetus. Cantaban y reían, llenaban de vida el espacio semicircular en el que habíamos ideado forjar un mundo que la realidad ocultaba. Los actores se ocuparon de poner la sala a punto, representaron -sin saberlo- los únicos papeles asignados, con escobas, trapos, polvos y baldes. Vos ni un clavo te permitiste colocar, ni un dedo te martillaste a gusto. ¿Por qué después de tanto imaginar, te escapaste en un espacio de quejas, protestas, negaciones e imposibilidades de aceptar los cambios consensuados? Veinticuatro horas faltan y estamos a mitad de camino. Romeo y Julieta acaban de enterarse que no podrán morir felices, ni siquiera podrán intentar enamorarse entre bambalinas. Vos no te ocupaste de darles luz, y estaremos a ciegas. Era todo lo que quería de vos, era poco , tan solo permitirnos vernos no sólo las caras, también el embrujo de las sensaciones, la calidez de nuestros pensamientos, en el fondo es todo. Sin embargo, la función será suspendida...
Silvia Haydeé García
fines del 2002
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