La depresión es inmensa, abrumadora.
Despues de oir poesia, solo musica insulsa hay por doquier.
Las tendencias de un putrido mundo hacen que la mente se nuble.
Nada queda despues de ese abominable sonido que sale de la radio.
Es una repeticion absurda de ritmos que hace estremecer los cuerpos y los mueve a su antojo.
La mente se nubla con ellos, está invadida de ese color neon de los sonidos repetidos una y otra vez. Los pies solo quieren correr y cambiar el mundo.
El alma sale y se rompe en pedazos al ritmo del DJ.
El cambio abismal vibra en cada rincon del cuerpo.
Las cuerdad, instrumentos hermosos, sonidos de colores suaves y claros; tonos blancos, grises y azules se mezclan en completa armonia.
Canto de angeles o tal vez demonios expulsados del cielo, hacia este infierno llamado Tierra.