El Inicio.-
¿Qué le sirvo joven?
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-¿Qué si conocí al Maexxtro?
Mire jovencito voy a darle un consejo, a este pueblo no puede llegar y preguntar por El Maexxtro a lo pendejo . Es un asunto muy complejo y aunque ya pasaron nueve años, todavía los ánimos están muy caldeados. Se puede meter en problemas si anda de metiche preguntando.
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Ok., Ok., nomás pá que no diga que aquí somos ojetes le voy a decir como estuvo el asunto, pero ya no me esté chingando.
Bueno, déjeme hacer memoria...
Al que conocí primero fue a Perico, él venía todos los jueves con raza de la empacadora, se sentaban en aquella mesa, se tomaban unas cheves y jugaban dominó, o sea, normal, pues.
Tiempo después ví a Perico sentado con un tipo medio raro, alto, delgado pero no flaco, mas bien correoso, como lagartija del desierto, de pelo largo y barbón, haga de cuenta un pinche hippie, me llamó la atención porque desos especímenes no caen muchos por aquí, pero lo más raro de todo es que estuviera sentado con Perico, porque haga de cuenta polos opuesto, Perico es chaparro, grueso pero no gordo, macizo como mueble antigüo, de pelo corto chino y barba de rompan filas, trabaja en la empacadora que antes era de su familia y que perdieron a raíz de una de las muchas devaluaciones, pero tiene la camiseta bien puesta y la administra la planta como si fuera suya. Por eso cuando lo ví con el hippie me dije: Al Perico ya se lo están chingando los del sindicato.
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Sí el que estaba con Perico era Chuy “El Maexxtro”. Pero no me interrumpa hombre, déjeme que le cuente bien, no sea desesperado.
Bueno decía...
Raro era verlos juntos, pero lo verdaderamente extraño era que estuvieran platicando a toda madre, Haga de cuenta un par de comadres, picado por la curiosidad me hice güey y me fui acercando poco a poco agarrando un vaso vacío por aquí, una botella por allá, hasta que me arrimé lo suficiente para escuchar de que estaban platicando.
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O que la Chin. Ya le dije que no me interrumpa.
La mera verdad no me acuerdo de que estaban platicando ese día, pero a partir de ese jueves Perico y El Chuy fueron inseparables. Se aparecían todos los jueves; cuando llegaba El Chuy, Perico dejaba la mesa del grupo de la empacadora y se sentaban en otra mesa a platicar con él, pero cuando El Chuy llegaba primero el grupo se integraba a la mesa y compartían normalmente, chupando y jugando dominó, hasta que alguno saliera con alguna estupidez, entonces se armaba la discusión y así le seguían toda la noche. A mí eso me caía gordo, porque entonces dejaban de chupar y ya nada más estaban ocupando espacio.
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No, pos discutían de todo, de política, deportes, del trabajo, de viejas, eran unas pinches comadres, pero eso sí, cuando El Chuy hablaba, todos ponían atención, no se que tenía el güey, que hasta yo varias veces me quedé como hipnotizado escuchándolo.
Con el tiempo el grupo se fue depurando, unos entraron, otros se salieron. Nunca me enteré como conocieron a los nuevos o donde los encontraron, pero al decir un año el grupo ya estaba definido. De los que me acuerdo son: Chuy “El Maexxtro, Perico, Chago “El impetuoso”, su hermano Juan “El Divino”, Tadeo, Tomás, Nico, El Bart y otros 4 o 5 que no figuraban.
Eran un grupo muy disparejo, casi en nada se ponían de acuerdo pero todos coincidían en su amistad al Chuy, haga de cuenta que El Maexxtro era el pegamento que unía a un grupo que de otra forma nunca se hubiera juntado.
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Sí pos por eso, pasó lo que pasó, cuando faltó El Maexxtro el grupo no aguantó ni un mes junto, luego luego se separó.
Yo nunca me imaginé que la cosa fuera a terminar así, parecían normalitos, desos grupitos de señores que se juntan para rebanarla, pero no, estos traían otra onda mas loca.
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Consumiendo joven, que aquí es cantina, no confesionario.
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Sale una Corona bien helada; bueno, como le decía.
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Plática o botana, usted escoja joven.
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Bueno, como le iba diciendo...
Los Muchachos.-
(Capítulo 2)
El grupo era heterogéneo, había de todo, creo que hasta uno de ellos era puñal, pero no me consta.
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No joven, como cree, yo no le hago a la carne de puerco.
Después de Chuy, Perico era el más influyente, pero no era líder, más bien se imponía, como ya le había dicho, Perico viene de una familia que se fué viniendo a menos, eran dueños de la empacadora de pescado, pero la tuvieron que vender para pagar un crédito en dólares que se multiplicó y ya no pudieron cubrir, él estudió becado en Monterrey, es ingeniero, no sé de qué, pero es ingeniero. Sigue trabajando en la empacadora porque como le dije, tiene la camiseta bien puesta y yo creo que sueña con algún día comprarla para él. Es un hombre sencillo, muy astuto e inquisitivo, siempre está escuchando, observando, preguntando, pero su gran problema es que no se quiere a sí mismo, disimula su baja autoestima con un carácter recio y algunas veces autoritario.
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No joven, si en este oficio uno aprende a conocer a las personas, usted por ejemplo joven, aquí sin conocerlo veo que es medio mamila.
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No se ofenda, usted preguntó jovenazo, yo nomás le contesté.
Bueno, en lo que estabamos.
Perico además de ser buen trabajador, siempre ha estado involucrado con la comunidad, es panista de hueso colorado y es miembro de la CAINTRA, donde incluso varias veces ha sido colaborador. Yo creo que de ahí nace su relación con Chuy, no por el lado político sino por lo de involucrarse con la gente.
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Pues como se conocieron realmente no lo sé, yo aquí me la paso detrás de la barra casi todo el tiempo, ellos aquí se juntaban todos los jueves y pues la mera verdad uno no deja de enterarse de lo que platican los parroquianos, no porque sea metiche, sino porque sin quererlo uno se va involucrando con los grupitos de clientes regulares.
El otro que se destacaba de los del grupo, era Chago, le decían “El impetuoso” por ese carácter tan disparejo que Dios le dio, impetuoso y violento si me permite aclarar. El también trabajaba en la empacadora, creo que era Supervisor o algo así, porque siempre andaba en ropa de trabajo, Perico y el se respetaban, no eran amigos pero se tenían respeto. Por su físico también se destacaba; mediano de estatura,cuarentón, bigotón, de pelo liso entrecano, mamado, pero mamado con unos brazotes de Charales Atlas, traía en el brazo derecho un tatuaje de un rayo, en ese entonces solo los marineros y los reos usaban tatuajes, ya ve que ahora hasta las abuelitas los usan. Chago a pesar de ser un cabrón hecho y derecho, con Chuy era un gatito, fue su incondicional y lo defendía a capa y espada, pero no siempre fue así con El Maexxtro, al principio se acercó al grupo con desconfianza, lo trajo su hermano Juanito “El Divino” y yo creo que se quedó en el grupo procurando a su hermano.
Juanito es el hermano menor de Chago, es un chavo que en esa época estaba en sus veintes, agraciado físicamente era guapo, pero guapo de a madre, haga de cuenta uno desos artistas de Televisa, aparte tenía la peculiaridad de que le caía bien a todo el mundo, sangre ligera. Todos lo querían y el se hacía querer por todos, le deciamos “El Divino” porque eso sí, se sentía soñado el méndigo, era desos güeyes que se quieren mucho a sí mismos.
Juanito, Chago y Perico formaban el círculo íntimo del Maexxtro, eran sus incondicionales y el los amaba; pero eso sí el preferido siempre fue Juanito y el supo responder a esa preferencia porque cuando levantaron al Chuy, Juanito fue el único que lo buscó y acompañó a Doña Virginia y a La Magda cuando lo hallaron.
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Si, estuvo bien gacho eso, porque todos los del grupo se fruncieron, sólo Juanito y las mujeres supieron responder como se debe.
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No, el levantón en sí fue la consecuencia lógica de las acciones que el grupo vino realizando en el transcurso de tres años, levantones hay muchos aquí en Guaymas, eso ya no es noticia, aquí la cuestión fue a quién levantaron y por qué lo hicieron, Chuy influenció a mucha gente, a través de sus dichos pero mas que nada de sus hechos fue cambiando en poco tiempo la forma de pensar de muchas gentes, les abrió los ojos pues, y eso no le convenía a cierto grupito que vio afectados sus intereses.
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¿Qué cómo pudo lograrlo?, déjeme seguirle contando como estuvieron las cosas pero primero invíteme un coñaquito, que ya se me secó la garganta.
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¿Descuento de empleado?, pero si usted no trabaja aquí jovenazo, órale cáigase con lo del coñac, saliendo el payaso y soltando la carcajada.
Mire, de los hechos que me constan porque aquí me los contaron los muchachos podría platicarle...
Los Hechos.-
(Capítulo 3)
La primera anécdota que viene a mi mente, es por casualidad el primer hecho insólito que Chuy realizó, esto sucedió cuando el Chuy apenas se empezaba a juntar con los muchachos, uno de los antiguos miembros del grupo era “El Cañas” un muchacho bueno para nada, que por caliente se tuvo que casar con su novia. La boda se organizó en un par de días porque la muchacha novia del Cañas quería que mas o menos le dieran las cuentas para cuando naciera el baby, pero la familia de ella quería que se casara como Dios manda: Con iglesia y fiesta. Total que medio organizaron un festejo en casa de la muchacha y el Cañas invitó a todo el grupo. Ese día llegó Chuy acompañado de su madre Doña Virginia, llegaron un poquito tarde, 40 minutos, una hora a lo mucho, total que para cuando Chuy llegó ya se había acabado la cerveza, por las prisas y falta de presupuesto habían comprado sólo dos cartones para más de treinta personas, y no cualquier tipo de personas, pura garganta pesada. Cuando se sentaron Chuy y su mamá, Doña Virginia le dijo:
-Ay m’jito, hace mucho calor, tráeme una cervecita porfa.
Cuando Chuy se arrima a la hielera se da cuenta de la tragedia. El Cañas apenado le explica la situación y él sin tomarle mayor importancia le dice:
-Hay entretenme a mi jefa un ratito, ahorita vengo.
A los veinte minutos regresa Chuy en una camioneta, con 10 cartones de cerveza , una caja de coca colas y 2 litros de ron.
El grupo maravillado le pregunta ¿Pós como le hiciste, si tu nunca traes dinero? Y el Chuy les responde, éste es un gentil patrocinio de Don Gumaro el del depósito.
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¿Qué dónde estuvo el hecho maravilloso?, mire joven, si bajarle a Don Gumaro, quien es un viejo miserable, cerveza para una boda, no es un milagro, entonces yo soy un pendejo.
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Qué, ¿Le parece poco? Bueno ahi va otra...
Don Lázaro Garza Ayala es un próspero comerciante conocido en toda la región como una persona buena y decente, el posee varios ranchos ganaderos y de cultivo, así como la compra de grano y la forrajera. Es un viejo muy rico, pero de buen corazón.
Resulta que un día un comando armado del Cártel de Juárez, levanta a Don Lázaro cuando se disponía a entrar a su casa. Lógicamente la familia se empezó a mover, y fueron a poner la denuncia a La Procuraduría General de Justicia, cuando estaban tomándoles su declaración, el Agente del Ministerio Público le dice a la esposa:
-“No, pos ya para estas horas Don Lázaro ha de ser cadáver, mejor espérense a que aparezca encajuelado par ahí...”
La familia desesperada abandona el lugar y se refugia en su domicilio.
Por casualidad Chuy y los muchachos ese fin de semana, andaban por la región, en uno de los viajes de “brigadas” que acostumbraban realizar.
Esa noche al llegar a casa de Don Lázaro, buscando hospedaje, ya que como le había dicho con anterioridad el viejón es buena gente. La familia los pone al tanto de la situación, Chuy al enterarse les dice"Espérenme tantito” y acompañado de Chago sale del lugar.
“Pos, yo no sé como le hizo o con quién habló, pero al día siguiente se apareció con el “difunto”, muy madreado, eso sí, pero vivito y coleando. No si Don Lázaro ese día volvió a nacer, porque los del Cártel nunca habían regresado a un levantado.
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¡Ah verdad!, esta estuvo buena; tiene otra del tipo, pero primero digamos ¡Salud!
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Lo que le voy a platicar sucedió...
Un sábado a medio día, en plena canícula, estaban El Maexxtro, Chago, Juanito y Perico sentados en una banca a la sombra de un canelo, cuando frente al cabaret “El Peñasco” se estaciona un enorme autobús del tipo ejecutivo, al momento un nutrido grupo de familias sale del establecimiento y abordan el autobús; movidos más por el aburrimiento que la curiosidad, el Maexxtro y sus acompañantes se acercan a la comitiva; del centro del grupo emerge El Jairo, dueño del cabaret, de quién se dice es lavador del cártel de los Arellano, personaje agradable quién a pesar de sus “negocios”, es hombre de hogar y buen padre de familia. El Jairo acercándose al Maexxtro le dice: “Chuy, vénganse, vamos a Hermosillo, al cumpleaños de m’ija, nos vamos todos en el autobús y ya pá las nueve estamos aquí”, después de una breve discusión el grupo decide acompañarlo al festejo y aprovechar la vuelta para, además de pasar la tarde en el aire acondicionado y gorrearle la comida al Jairo, comprar unos libros y cd’s que aquí no consiguen.
Inmediatamente Chuy y su “inner circle” se posesionan de la última fila de asientos y mandan al Juanito por un par de sixses pa’l camino.
Al llegar al salón de fiestas el grupo investiga con una de las animadoras a que hora se sirve de comer, ya enterados, se dirigen a un cercano centro comercial.
Por ahí de las siete de la tarde el grupo llega al salón de fiestas y se sacan mucho de onda al ver al otorga alegre grupo de familias histéricos y llorando, inmediatamente Chuy El Maexxtro se apura para entrar al salón y se encuentra al Jairo sollozando con su hija desvanecida entre sus brazos, su rostro es de un color azulado y tiene los labios amoratados, Chuy le dice al Perico y a Chago “Desalojen el área”, Jala a Juanito del brazo y se encaminan a donde se encuentra el Jairo con su hija; sin decir nada toma a la niña entre sus brazos la coloca con el pecho sobre el respaldo de una silla y procede a abrazarla desde atrás rodeando sus brazos sobre el área limitante entre pecho y el abdomen, procediendo a presionar su diafragma con el puño derecho mientras hace fuerza con el brazo izquierdo, a los pocos segundos de la boca de la niña sale volando un pedazo de hamburguesa que va a parar a los pies del Jairo, sin mediar palabra y como si este procedimiento lo hubieran practicado con anterioridad, el Maexxtro procede a aplicar RCP mientras Juanito sostiene la cabeza de la niña; de repente emitiendo un espantoso sonido al momento que desesperadamente intenta jalar aire, la hija del Jairo se incorpora angustiada, El Maexxtro la abraza y susurrándole algo al oído inmediatamente la tranquiliza. En ese momento El Jairo se acerca y estrecha con sus dos manos el brazo libre del Maexxtro; viéndolo a los ojos le expresa “Lo que quieras cabrón, tu dilo y se hace” , dándole la espalda carga a su hija llevándola a la salida del salón, al momento que va llegando la ambulancia que habían llamado con anterioridad.
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No, si anécdotas El Maexxtro tuvo muchas y de todo tipo, pero por lo pronto, vámos echándonos otra ronda.
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No se apure joven, ésta va por cuenta de la casa.
Haber, déjeme me acuerdo de otra...
Una noche en el cabaret “El Peñasco” se encontraba La Magda haciéndole un baile privado al Ingeniero, oscuro personaje dueño de la empacadora y cacique político de la región, famoso por su costumbre de “enterrar” sus problemas. De pronto el Ingeniero se para de su sillón bien encabronado y sin decir agua va, empieza a golpear a La Magda, exigiéndole le devuelva la cartera que le acaba de robar, de inmediato Ramirito, el secretario del Ingeniero, y Facundo, su guarura, también la agarran a golpes en contra de la Magda; la música se detiene y todos en “El Peñasco” contemplan la agresión sin atreverse a intervenir, de una mesa del fondo se incorpora “El Maexxtro” y dirigiéndose al Ingeniero le detiene la mano y le dice “¿Que pasó Ingeniero? , apoco cuando yo voy a su casa ando armando desmadre, ¿Qué diría Adrianita?”, el Ingeniero palidece al escuchar que Chuy menciona a su hermana y bajando la mirada alcanza a murmurar mientras se retira apresuradamente “déjenla muchachos, ya me acordé que la dejé en la camioneta”, Ramirito y Facundo sorprendidos por el repentino cambio de actitud de su patrón lo escoltan en su partida. Chuy, con una servilleta limpia del rostro de la Magda un hilillo de sangre que sale de su boca y recriminándole le dice:
-Ya ni chingas Magda, te metiste en un broncón que aquí no va a parar, mira que “Panchear” al Ingeniero, no vayas a tu casa esta noche, mejor quédate con una amiga, al Ingeniero me lo manejo, pero no confío en el Ramirito”.
Al momento se inicia la música y todo mundo vuelve a lo suyo como si nada hubiera pasado...
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