¿Quieres que te diga algo? ¿Para qué?, ahora no hace falta, si el otro dia debí decirlo, y las palabras me faltaban...

Yo te amaba mas que a mi vida y sin embargo, polvo y cenizas. A poco que me lo hubieras pedido, habría dado hasta la ultima gota de mi sangre por tí. Cada lágrima tuya, me rompía el alma en mil pedazos cuales piedras que golpeteaban mi cristalino interior y a cada sonrisa que me dedicabas, un manantial de agua fresca que devolvía a la vida el desierto de mi espiritu.

¿Quieres que te diga algo? No, ahora no ya no sirve, ahora ya no hace falta. Me pides respuestas a preguntas que no puedo responderte, ¿Es qué ya no me quieres? Lo lamento, no soy un juguete para niños pequeños, no puedes pedirme tiempo, pues ese tiempo lo quería para ambos, a mi solo me amedrenta... Quise compartir contigo mis alegrías, mis penas, mis esperanzas y desesperanzas, que tambien las tengo, aunque me las guarde sólo para mi... ¿Dime ahora tu a mí, de qué me sirve sentir nada si nada van a sentir por mi? Aún espero a que pase este dolor, pues ya veo acercarse el filo de tus palabras, no quiero aguantar todavia mas puñaladas, con una cada vez me sobra.

¿Todavía quieres que te diga algo? Hablo de todo en pasado. Te he amado, querido, te he sentido con el amor de mil mundos en el fondo de mi alma, ¿Quieres quererme tu a mi? Pídemelo, con lo que yo te quiero a ti, tendriamos para llenar de amor este mundo inhospito donde eso es tan extraño, donde la extrañeza del gusto es un enemigo al que temo como a la muerte.

¿Quieres que te diga algo aun? Para seguir amandote y queriendote, para seguir necesitandote, se necesita tener corazón, y yo te lo entregué a tí. Quédatelo, yo te lo di como un regalo, y eso es algo que no se desprecia.