Agarro la lapicera que acabo de soltar.
Te lloré, te lloré, me dolés. Te quise borrar de mi mente pero no sos de lápiz, sos de carne, y solo de carne, lo sé... pero no quiero darme cuenta.
Mis muñecas gotean, se rebalsan de tanto vacío. Escribo con dolor tu nombre con el mío, los rodea un corazón, que haría si te tuviera acá?
Con el temor de olvidarme, me miro en el espejo del baño todo lo que puedo, desnudo, sórdido, flaco, perfecto, sin esas capas y capas de sobrenaturalezas. Vivir rápido, morir joven.
En dos patadas voy a tener treinta años, es obvio, si hace dos patadas tenía ocho y me encerraba en el baño a escuchar Green Day y Dos minutos (todavía, si escucho Dookie, me acuerdo de Los Picapiedras). A los trece apagué la luz y subí el volumen, ahí empezó todo. Te acordaras de mí?
La gente se despinga y dice cosas. Para que?! Cambiaran el mundo? Te lograran ayudar? Querés ser ayudado? La respuesta, por un minuto más de entretenimiento, es: NooOO!!!
Porritos, chicas, chicos, alcohol... y palanganas llenas de lágrimas tuyas, ángel. Yo me canso de vos y los dos nos cansamos de mí, camino y repito: No te va a conmover lo que leas, y yo no me voy a exorcizar escribiendo, sin embargo no nos cansamos de intentarlo, decís: ( ). Seguramente tenés una verdad guardada, pero en cambio decís: “lapalapalapalapalapa”. Sí, es la posta, para que te vas a gastar, me asombra tu sabiduría.
Me escupo porque te quiero escupir, te quiero escupir para que me golpees. Sí.
A veces soy un chico más, normal. Y te amo de forma sana y común. ROÑOSA, ANARKISTA Y ENFERMA!! Te acordarás de mí?
Me dejo de mirar en el espejo y de a pedazos me voy sintiendo mejor. Todo vuelve a su lugar (todo pierde sentido), me tiro un pedo que suena chistoso y el gato maúlla pidiendo comida, nazco por quinta vez en el día, sonrío, y suelto la lapicera.
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