Habito el mundo de unos pocos
y sonrío por las veredas
como un loco anciano
relegado al olvido.
No tengo otro antifaz que mi rostro
para hablarle a los árboles,
ni he golpeado puertas
en busca de aire;
sólo existo,
flotando entre las plazas
y bailando con las calles
como un borracho de arrabal.
Texto agregado el 12-05-2005, y leído por 205
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
23-12-2005
me gustó mucho.. entiendo tu mundo.. aveces también estoy en él.
haraposa
14-08-2005
No me gustó.
Un tango sin la belleza del tango. Lu_Folino
12-05-2005
Me parece haberlo comentado antes. Como sea: muy bueno, con cierto aire Teilliereano. Además, pensándolo un poco más, se conecta con otros poemas que hay más arriba. Eso es bueno: demuestra que hay coherencia en tu temática. newton