No hay nada que me haga sentir vivo,
sólo este aire sucio y estancado
que entra a mis pulmones...
Llenándome de su pútrida esencia...

¿sólo yo siento la muerte en el aire?
¿Sólo yo siento la inexistencia de esta vida?
Lo vacío de una existencia
limitando la vida
al antojo de los otros, al deseo de los demás...

Tragamos el mismo lodo que hemos pisado
mientras caemos desplomados en el suelo...
somos bestias de carga,
y el yugo se ha vuelto más pesado
al caer nuestros compañeros de camino.
Nuestras piernas flaquean,
y la vida se nos escapa en un último aliento...

Y mientras estoy aquí, tirado,
con la mitad de mi rostro
hundido en la porquería que otros dejan atrás...
Lo único que siento es este hedor...
hedor de humanidad...

Rodrigo Bolaños