Un dia crucé un océano , un largo surco de agua rebosante de peces pavorosos , de flotantes anémonas y mamiferos que seguian su carencioso rumbo curvilineo, lo aprecié todo desde la altitud del cielo e imaginé los nautilus que nadie conoce hasta la lucha a sal entre pulpos de gigantescas ventosas, todo aquello grande y cosmico que hicimos propio.
llegué a amarte como las locomotoras repletas de carbón, siempre dando mas de sí contra el viento,
te amo como aquella materia que nace y crece,
tu y yo fuimos amantes sigilosos sin conocernos,
dos cuerpos creados y unidos,
tintes oscuros que se esparcen por el atlantico y se encuentran uno con otro,
reconozco tus dedos entre millares,
cada una de tus uñas forjadas entre arroz y avena,
la carenciosa mirada de todos los rebordes de tu cuerpo,
la amplitud de las aristas de tus labios queriendo agua,
nos reencontramos y nos fuimos creando uno a otro,
el tiempo duro se partió en dos mitades y cada uno apresó la suya,
esperamos que llegara el viento de tierra y corrimos duramente,pisando anclas y bocinas de Panamax olvidados en la arena,
sufrimos la espera y la mirada de nuestros ojos,
hoy te amo mi flaca como lo hacen aquellos pulpos que se enrredaban entre sus brazos, ferreamente,
como auqellas estrellas crepitantes que un día alguien nos dió a conocer y a compartir,
hoy estas junto a mí llena de trigo en tu espalda,
yo estoy con mis manos abiertas para ayudarte. |