Nacieron camelias, blancas, rojas.
En la tierra buscaban tu nombre,
sus pétalos lo susurraban,
ellas querían adornar tu sonrisa.
Mis manos escucharon canciones
con melodías al viento primaveral.
Miré en ellas tu alma viajera
por constelaciones de armonías.
Eran espejos del sosiego de tu ojos.
¿Tras ellas?
Volabas como mariposa
y te posabas en mis pestañas
acariciando con tu aroma
mis pupilas sedientas
del perfume de tu mirada.
¿Cómo no tomarlas para ti , amor?
Texto agregado el 11-05-2005, y leído por 199
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Lectores Opinan
11-05-2005
Suavidades, ternuras y camelias rojas, de ésas robadas por ahí que un día adornaron la mesa hoy engalanan tus versos que cantan con delicadeza. Mis estrellas porque aún tengo en la retina aquella vez que llegabas con un ramo entre las manos. FaTaMoRgAnA
11-05-2005
un bello poema nostalgico. una serenata y un canto. 5* poetaloco
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