VIAJEROS XI

Hoy recuerdo a dos viajeras empapadas de alcohol, de humo y drogas. Cargadas con muerte y un cansancio que se hace denso al atardecer.
Viajero: puede que seas mujer. Y eso no es muy grave. Ni muy doloroso. Es, solamente, distinto. DISTINTO. Eres mujer. Y eso es un sueño. Un ideal. Cobijas, amparas, pero a la vez...buscas, anhelas ese cobijo que tan sabiamente regalas.
Viajera: eres mujer y llevas las manos llenas de eternidades, de llantos. Llenas tus manos de flores tristes, negras, desoladas. Te llenas de estrellas y luces frías.
Viajera: durante nueve lunas viajas hasta el desconcierto. Tu interior se revuelve y crece y surge de ti algo ajeno, desconocido que se alimenta no solo de tu leche, sino de tu sangre, de tus ideas, tus sueños.
Viajera: a vos quiero hablarte al oído. El camino siempre es volver a nacer. Tu cuerpo de sabia, de maga, de partera, de amiga...tu cuerpo recibe todo y ese todo llega a tu corazón que lo guarda. OLVIDA!
Que tu corazón deje de guardar las palabras que duelen, que tu cuerpo olvide las manos que te maltrataron. Por favor viajera, olvida y perdona. Regala tu perdón como el agua de la fuente. Hazlo correr. Olvida mujer que te lastimaron. Olvida que las palabras duelen. Olvida que los gestos provocan ardor. Olvida y enfrenta el camino con tu sabiduría intacta. Sin experiencia. Pero sabia.
Viajera. Eres sol entre las nubes de fermentos dolorosos. Eres sol que hace crecer las semillas.
Viajera: eres sol y luna. Ciclo que vuelve y gira. Que renace.
Viajera: olvida y abandona. Crece. Pero por favor, espera. Siéntate y espera. Teje mientras tanto con tus manos un largo camino de sueños. Teje con tus manos un provenir sin pasado. El precipicio no es salida. El fin abrupto de la historia. Elige otro camino.
Viajera: buena suerte. No te conformes con migajas. Pide todo. Reclama todo. La luna está orgullosa de tu fuerza.
Viajera: CAMINA!!