09:05. Llego a la puerta del centro. Es mi décimo cuarto día en este curso.
Hoy me levanté tarde, sin tiempo para casi nada, así que todavía no me corre la cafeína por las venas. Voy como un zombie hasta mi silla.
Disfruto de veinticinco maravillosos minutos. Tengo una revelación y de repente, entiendo el ejercicio que estamos corrigiendo. No hay nada como la concentración.
Todo termina dramáticamente a las 09:30. Iluminada entra en la clase, hablando, como siempre, para sí. Bajito y sin vocalizar. Es como un zumbido.
Noto unas punzaditas en la sien. Se sienta a mi lado y empiezo a sentir en el pecho un nudo que se hincha, que crece, y cuando parece que voy a estallar, sale en forma de un suspiro lastimero.
-Dios mío, ya habéis empezado? Pues como voy tan bien...Ay, madre mía...yo siempre la última...Ése ejercicio es nuevo? Explícame lo que habéis dado.
Joder.
-Sí, es nuevo, lo acaba de repartir. Ahí tienes el tuyo.- Se lo señalo.-Todavía no hemos empezado.
Aún tengo fresca la información explicada e intento concentrarme. Tengo que pasar los datos de una empresa a un programa de contabilidad. Los primeros pasos son siempre iguales.
No han pasado ni veinte segundos, y ese sonido otra vez.
-Para empezar un ejercicio nuevo, cómo se hacía?
-Como lo hiciste las anteriores doce veces-Lo malo de esta tía es que es incapaz de captar la ironía más obvia.
-Pero explícamelo! Ay, madre...Oy, por dios, desde luego...es que yo no sé esto cómo...
Tiene treinta y cinco años, pero habla como si tuviera ciento nueve.
Se lo explico por vigésima vez.
-Ah, calla! Si yo esto lo sé.
Y para qué me pregunta..!!!
Me corta a la mitad de la explicación, así que me giro bufando a mi pantalla.
A ver... esto va en el “debe”? O en el “haber”?
Hummm, es del patrimonio inicial y es activo, así que va en el “debe”... o era pasivo? Mierda, estoy leyendo la línea que no es. De la mala leche, no me concentro.
-No me deja poner la cantidad..! Mira!
Dios.
La ignoro, e intento concentrarme.
-Mira! Pero hazme caso..!
Joder.Empieza a dolerme la boca del estómago. Respiro hondo, y con la agonía saliéndose de mi mirada, me giro disponiéndome a oir la estupidez del día. Ja..! Del minuto.
-Mira! Me dice que la fecha no se encuentra en el intervalo del 2004 - 2005...
Temiéndome lo peor, miro su pantalla.
-Has puesto 08/02/94.
-Uy! Qué tonta soy...
Júralo.
Puedo sentir como me sube la bilis a la boca.
-Vaya, ahora no me sale, oye...
-Basta!! Es la cuarta vez que escribo esta línea, a ver si me puedes dejar un ratito tranquila, que así no hay quien se concentre..!
-Pero explícamelo, que si no , no avanzo...
Me giro sin hacerle caso, pero no puedo concentrarme porque empiezo a imaginar que conozco a su marido, que está buenísimo (me da que esto no es muy probable, pero no importa), se vuelve loco por mí, y me lo follo de vez en cuando.
Sí...creo que eso podría hacer más soportable el tenerla al lado...
-Oye, no me deja escribir la cantidad... Madre mía, yo, desde luego...Mira! Ayúdame, no? No puedo escribir el número de cuenta de...
Y el día que llegara con los ojos hinchados, yo le preguntaría, cogiéndola del brazo:
-Ay, pero qué te pasa? Has estado llorando..!
Y ella me miraría con ojos de perro apaleado y me diría con voz rota:
-Mi marido me engaña con otra...!
-Ay, por favor...otra vez no me acepta la fecha...
Joder.
Y quedan tres meses... |