Confesaste en silencio tus ganas
Sin entender, sin comprender,
Y pronto tu mano en la mía
Reclamó el frío de mis ramas

Pregunté si eras mendigo de amores
y el perfil en tu cara gritó
¿Porqué la belleza se fijó en ti?,
En ti para accurrucar sus temores?

Mirabas al cielo con miedos
Mirabas el cielo de enredos
Temías mirarte en mi rostro
observar tu alma en mis huesos

Cambiar ansias por monedas
Romper recuerdos en trasnoche
Correr, en zapatos de engaño
Era tu inercia, tu recelo

Y ahora eres lo imprevisto
Ahora eres la extensa línea,
El horizonte en palabras
La herida cerrada.

La mano abierta en mi pecho
Que se da cual utopía
Que se encarna noche oscura
La historia que pasa, pero queda.

Pregunté si las migas te agradaban
Pero no creí en absurdas razones
Cogí la maza en tu alma
esculpí tu nueva esperanza

Y miras al cielo sin miedos,
Abrazas la noche y recuerdos ,
te posas cual niña y me llamas,
Comprometes tu alma en mi centro.