TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / sujumayas / Lobo estepario.

[C:105065]

HESSE, Herman
2003. El lobo estepario. Barcelona. Colección Premios Nobel. pp. 236

Poeta y novelista alemán; nació en Calw (Selva Negra) el 2 de Julio de 1877. Hesse es considerado uno de los escritores más representativos de Europa en la actualidad. Sus obras más conocidas son: Demian (1919), Siddharta (1922) y El lobo estepario (1927); hablándonos las tres de las inquietudes del hombre en busca de su destino, representando casi a la perfección los problemas de la sociedad moderna. Murió en Montagnola (Suiza) el 9 de agosto de 1962.

El rechazo a los valores de la civilización occidental de la época (religión, nacionalismo, ciencia, gregarismo y viejos códigos de moral) y la búsqueda del destino individual de los personajes es la mayor constante en la obra de Hesse, cambiándolos por la afirmación –casi mística- de la propia individualidad y de la propia conciencia. En su vida, Hesse fue siempre rebelde a la disciplina alemana y fue expulsado de muchos colegios. “Trastornado por la Primera Guerra Mundial, fue un rebelde contra la violencia y la sangre, contra el patriotismo de los discursos oficiales y la incitación al odio y la violencia. Fue por esta razón por la que se le consideró traidor a su patria y objeto non grato para el sistema nazi.“ En este contexto escribe el lobo estepario, obra que viene ser la acusación contra una época sin cultura, en que los instintos del lobo están próximos al Yo civilizado del hombre. Propone en primer lugar, en esta obra, la necesidad de conciliar la naturaleza con el espíritu, de franquear el abismo entre el hombre y el lobo, uniendo la energía primitiva de este último con la espiritualidad del primero, para no dividir al ser humano en dos mitades enemigas.

La introducción de la novela cuenta cuando Harry Haller llega a habitar una pensión amueblada, el narrador que es el sobrino de la dueña de la casa, relata las características físicas y psicológicas del nuevo inquilino, a quien intenta describir:

“No era muy alto pero tenía los andares y la posición de cabeza de los hombres corpulentos, llevaba un abrigo de invierno, moderno y cómodo, y, por lo demás, vestía decentemente, pero con descuido, estaba afeitado y llevaba el cabello muy corto, que acá y allá empezaba a adquirir tonalidades frises. (...) estaba enfermo y le costaba el andar.”

“A primera vista daba la impresión de un hombre superior, nada vulgar y de extraordinario talento; su rostro, lleno de espiritualidad, y el juego extremadamente delicado e inquieto de sus rasgos reflejaban una vida anímica interesante, excesivamente agitada, enormemente delicada y sensible. (...) poseía en asuntos del espíritu aquella serena objetividad, aquella segura reflexividad y sabiduría que solo tienen las personas verdaderamente espirituales, a las que falta toda ambición y nunca desean brillar, ni convencer a los demás, ni siquiera tener la razón.”

El resto de la historia ocurre dentro de él mismo, del lobo estepario convirtiéndose en una ficción y dejando muy atrás las características puramente realistas y descriptivas de la introducción para volverse dentro de sí mismo y entrar en un mundo mucho más subjetivo; claro, sin dejar de lado algunos elementos de su vida que pueden solo observarse por medio de una buena interpretación:

“No dudo de que en su mayor parte son ficciones; pero no en el sentido de invenciones arbitrarias, sino a modo de un ensayo de expresión para representar procesos anímicos hondamente vividos con el ropaje de sucesos visibles.”

Lo más importante que debemos tener en cuenta es que toda la historia se puede resumir en él. Que todo son representaciones o enlaces en la realidad comparándola o juntándola con su vida interior. Y esto es exactamente lo que Hesse quiere lograr al escribir una obra así. Intentando explicar la autosuficiencia del ser humano y usando también la idea de la dualidad del ser, mezclándolo todo en un ser extraño y terriblemente aislado, pero también muy expresivo y amable, encantador. Y además, incluyendo, siempre, la imagen femenina como la virtud y la mayor tentación del cuerpo, el cual es solo una carga para él.

La riqueza visual de la obra es una de los principales atractivos: la descripción de la ciudad, los bailes de máscaras, el viaje alucinógeno del lobo estepario, son sólo algunas de las descripciones de las que el Hesse se sirve para deleitarnos. Utilizando, de vez en cuando, poesías, nos muestra un mundo interior aún más vasto de lo que nosotros mismos podemos entender:

“Nosotros en cambio, vivimos las frías
mansiones del éter cuajado de mil claridades,
sin horas ni días, ni sexos ni edades...
Es nuestra existencia serena, inmutable;
Nuestra eterna risa, serena y astral.”

Una intervención simbólica de Mozart y un final abierto, nos dan las pautas, muy confusas, de cómo tenemos que hacer para poder, sin necesidad de intención alguna, convertir una parte de nuestro ser en aquel muy mencionado lobo estepario y así estar pendientes siempre de nuestra propia conciencia. Nos invita a ser conscientes de nuestra conciencia. Y nos enseña, al mismo tiempo, el mundo tal y como nos ata, tal y como existe, tal y como somos. Nos dibuja en un papel, intentando que nosotros mismos nos levantemos de él y comencemos a caminar por nosotros mismos.

Leer esta obra es solo el comienzo.

Texto agregado el 10-05-2005, y leído por 658 visitantes. (0 votos)


Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]