Con nuestro pulso poeta,
atamos la crianza prometida,
mientras, un beso desprende
la lengua extinguida.
la mujer se esconde,
sobrepasada por voluntad negra,
se enfrenta,
huye la verdad
de este planeta.
Los álamos siguen y buscan
un viento infame que arranca
por no sentir,
lo que un poeta traduce
en palabras
no busca dirección aliada,
¡muerdo fuerza en mi!
Texto agregado el 10-05-2005, y leído por 139
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Lectores Opinan
16-05-2005
No huyamos de la verdad. Dejemos que entre en todo nuestro ser destruyendo la mentira como se destruye al mundo. Un abrazo Lothard
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