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Otra noche su insomnio le acompaña,
deambula negándose a perder la consciencia.
Pero le duele no dormir, no verla en sus sueños,
y extraña su sombra rozando su cuerpo.
Llena con su sangre los versos que escribe,
en su turbadora sonrisa otra vez se pierde.
Los silencios malgastados le arañan por dentro,
su ceguera hacia ella le impide ver lo cierto.
Su hechizo continúa y él está atrapado,
ya no podrá esconderse entre sus brazos.
El dolor de perderla lo guarda bien dentro,
tatuados en su piel están los recuerdos.
Con su dulce licor la maldad le abandonó,
esperando y desesperando ella no regresó.
Le adoraba, le rogaba, en silencio que viniera,
sediento de su Amor, de sus ojos, de toda ella.
Adicto a los sentimientos, todo parece en vano,
mastica su no-vida tratando de salvar algo.
Ella muy cerca ve su dolor, disfruta con ello,
él solo se pregunta cuando va a acabar esto.
La verdad, duele cuando lo tiene a su lado,
ahora desearía morir bajo sus própias manos.
Odiándose no entiende que a ella necesitaba,
que la cazadora de almas a él lo buscaba.
Anthuan D..... |