Creación de Dios
Aún ser que fue enviado del cielo
a ese mismo que le dieron una misión
y que como todo un ángel obediente
aceptó el reto con una gran ilusión.

Sobre las lineas más profundas de su mente
estaba todo escrito, y con la sabiduría de dos
dos sabios ángeles,
aprendió como cuidarse de las malas gentes.

A ese ser que me arrulló entre sus brazos
como el sabio sol, que arrulla a todo ser viviente.

A ese ser que ha dado su cariño, su dedicación,
su consuelo, consejos y regaños
para alinearnos en el camino de la vida
cuando ve que vamos en mala dirección.

A ese ser que nos protege como leona incansable,
que se reprime de algunos gustos para complacer a su pequeño.

A ese ser que puede pasar la noche sin dormir
cuando nos encontramos ausentes,
que es capaz de quitarse el bocado de la boca
para alimentar a su querubín que es su máxima alegría,
que lucha para hacernos crecer entre medio de la agobiante rutina
sin importar que tan difícil sea la lucha.

A ase ser de quien les hablo,
jamás nos cobrará un peso por todo su esfuerzo,
su único pago será,
ver a sus retoños convertidos en verdaderos hombres.

De este ser de quien les hablo, es mi madre,
donde pido a Dios que la bendiga, y que observe a su misionera
las buenas intenciones que tiene como cada madre aquí presente.