Sobre el gran meson
debajo de el
por las rendijas
bajo los trastos.

Se cuelan, arañan
causan escozor
distraen, no dejan dormir
que fastidio.

Tras las rendijas de la ventana
bajo el porron de siempre vivas
en la viga, en un huequito
come y come, asustando a mi niña.

Feos bichos, ¡vayanse!
y el taqui, taqui de los rastreros
los roedores, sus mini colmillos
supuesta presencia que enerva.

son horrorosos
seguro que al verles de frende
palidesco, muero
me pincharan con sus antenas.

¡Que asco!
sus patas raspan, hincan
la imagen difusa de estos tras las orejas
hacen que casi me orine.

Mi niña grita
mi esposa chilla
el calmante que no llega
y me arropa la camisa de fuerza.

No estoy demente
estoy solvente moral y socialmente
no debo nada
solo me trastornan esos bichos.

Les hechare veneno
les prendere fuego
les auyentare para que no molesten
a mi niña, a mami a mi.

Asco.