Nota: Esta es una tarea que tengo que presentar en mi Taller Literario; un texto escrito en segunda persona. Hasta ahora, nunca me había costado tanto escribir, nunca estuve seguro de lo que hacía y lo principal, no disfruté en absoluto lo que estaba haciendo. Agradeceré vuestros comentarios y correcciones, pues lo borraré este martes 10. Gracias.
Aclaración:
Me dió pena borrarlo asi es que lo dejaré. Saludos
Mi querido hermano
Sí, Conchita, lo has pensado y preparado durante mucho tiempo, no puedes fallar. ¿Cuántos años has estado esperando? Por fin te decidiste. Llamas a tu hermano por teléfono y lo invitas a que él y María vengan a bañarse para pasar el calor de esta ardiente tarde del verano santiaguino. Sabes que ella no lo acompañará porque no soporta la piscina. A los pocos minutos suena el teléfono es él quién llama para confirmarte que vendrá solo, pues María tiene que hacer otras cosas. ¡Por fin se cumplirán todos tus deseos!
En traje de baño, te sientas en una silla de playa y piensas: “viene solo, esta es la oportunidad que he estado esperando, he repasado todos los detalles, no puedo fallar. ¿Cuánto me ha hecho sufrir con ese cuento de que me recogieron del río? Este infeliz, desde chica me ha amargado la vida repitiendo una y otra vez que fui recogida del río por nuestros padres, cuando aún no tenía un año y hasta ahora, grandes, cada vez que puede lo vuelve a repetir y lo encuentra gracioso el desgraciado.”
Suena el timbre, te levantas y lentamente vas hacia la puerta pensando: “Dios mío, ayúdame” y abres la puerta.
—Hola, hermana, ¿cómo estás? Vengo solo. María, como siempre, no quiso venir; estoy muerto de calor.
—Lástima, pasa y cámbiate en este dormitorio. Está rica la piscina. — le das un beso y lo acompañas a una de las piezas.
Regresas al patio, verificas con tu mirada el entorno de la piscina y luego vuelves a sentarte en la silla de playa. A los pocos minutos Jorge, en traje de baño, ingresa al patio y extiende una toalla de playa al lado de donde tú estás, y se sienta mirando hacia la piscina.
Te pones nerviosa, pues crees que mira mucho el cable eléctrico que se introduce en el agua, pero es sólo idea tuya. Luego de conversar un rato, ambos se levantan, Jorge se mete lentamente a la piscina y tú vas hacia donde está el tablero control de la bomba del filtro. Miras como nada y con una actitud firme y decidida conectas la palanca de alimentación de electricidad a la bomba.
Con increíble tranquilidad y satisfacción ves cómo el cuerpo de Jorge se convulsiona y luego queda flotando boca abajo en el centro de la piscina, el fusible del motor de la bomba salta interrumpiendo el paso de la corriente eléctrica, pero ya es demasiado tarde. Te sientes tranquila y con un gran alivio; nunca más te molestará. Lentamente entras a la casa y te diriges a la mesa donde está el teléfono. Abres el cajón, tomas el revólver, lo vuelves a dejar donde mismo, cierras el cajón, levantas el auricular del teléfono y luego marcas el número del teléfono de emergencia de Carabineros, el 133 y esperas…
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