En este lado del mar, antípoda del dragón, del otro lado del mismo trópico, una mujer dio muerte, ayer, a su cachondez. Sucedió en Tepectepec, residencia de los Ladovsky.
Personados en el lugar de los hechos, entrevistamos a Lupita Ladovsky, alumna de la Escuela de Escritores de SOGEM, quien nos dio, por escrito, su versión de lo ocurrido.
La noche esta silenciosa, mamá en la sala. Fuera, encuadrada por la ventana, una silueta de tractor, la sombra de una nube, el viento y un árbol con luna. Dentro, una caricia de lavanda, el misterio de un gato en su banco, la soledad de una jaula sin ave y la elegancia de una letra en una hoja de carta.
"Querida Guadalupe: Samuel, tu crecimiento, tu otro cuerpo, tu eslabón de vida, tu otra esencia ... ha muerto; lejos de vuestro retiro, de vuestro campo mexicano".
Luces y sombras cinean sobre las cuatro paredes. El televisor escupe con imágenes la última de las profecías de Nostradamus: ..."salido del Medio Oriente, el tercero de los anticristos iniciará la guerra de mayor destrucción y muerte. Entre 1994 y 1999, el Islam, unido, arrasará Europa y las grandes ciudades de América del Norte. Transcurrirán 27 años de terrible guerra, que hundirá al mundo en una gran catástrofe, antes de que los aliados del Ártico puedan vencer al bárbaro amo del Oriente... “
Las cuatro paredes se apagan... la navaja cae al suelo... el ojo se desangra. Se escucha, repetido por el eco, como rondó:
“¡Verecundia del holocausto
que, en lo suave de la ausencia,
da silencio al misil de fuego
que rasga la noche y la paz ! "
|