Largo ha sido mi agonizar,
pero valió la pena,
te he desterrado de mi corazón,
terminando con tu condena.

Fue un largo penar,
lleno de culpas, dolor y tinieblas,
pero el tiempo me enseñó que para el amor
se necesitan dos.

Sólo yo entregaba caricias,
ternura y entrega,
te reías de mis lágrimas,
pues para tí eran falsas,
pero tu indiferencia y frialdad,
terminaron con este amor.

Espero comenzar a vivir de nuevo,
sabiendo derrotar las asperezas,
la dura lucha para olvidarte
se convirtió en una larga espera.

Pero al fin mi corazón
ha sanado del dolor,
que causaste con tu traición.