Recuerdo que oí hace ya algún tiempo una canción que hablaba de esas pequeñas cosas que nos dan algo de felicidad y la verdad es que es así, nuestra vida se ve salpicada de pequeños momentos que nos alegran y nos llenan de satisfacción personal, que bonito... ¡ Pero que ocurre con esas situaciones harta desagradables que también salpican nuestra perra existencia! No me refiero a ninguna tragedia personal, son cosas que pasan a diario y a la que nos hemos acostumbrado pero que cuando nos ocurren lo primero que hacemos es blasfemar, que menos...
Claro que aquí lo que sobran son palabras, ustedes quieren hechos, ejemplos, regodearse en las pequeñas desgracias que nos acompañan, no tienen que esperar más, aquí se las dejo.

-Desgracia nº1:
Está uno sentado en el sitio donde uno solo puede pensar en sus cosas sin ser molestado, me refiero al trono de porcelana de la monarquía proletaria, cagando a gusto, y cuando llega el momento de limpiarse el culo se rompe el papel y nos llevamos en el dedo una buena veta de mierda, que cara se nos queda...

-Desgracia nº2:
Siempre me dijo mi madre que escupir era de mala educación, pero hemos de reconocer que en alguna ocasión lo hacemos por pura necesidad física, eso si, sin testigos por favor que tampoco hay que regodearse en la asquerosidad, entonces recogemos el equipaje del pecho y ¡plas! salibazo... Pero no se sabe cómo se queda pegado a un hilo de saliba más duro que el culo de Jean Claud Vann Dam y el regalito se nos queda adherido en la camisa, que asco...

-Desgracia nº3:
Dicen que la protección laboral es importante para evitar accidentes y desgracias pero en tu propia casa hay que andar con cuidado, puede uno estar sentado tan tranquilo en el sillón y sin esperarlo verse atacado por un objeto volador no identificado, no me refiero a los OVNIS, no, me refiero a las uñas de los pies de tu pareja que se las está cortando a tu lado.

-Desgracia nº4:
No sé como pero todo el mundo conoce a alguien como a un tipo que conozco yo, es normal, buen conversador, amable, honrado pero no ta acerques a él cuando esté resfriado, es de esos que después de sonarse los mocos siempre te enseña el pañuelo para que veas la densidad, color y textura de sus mucosidades...

-Desgracia nº5:
¿Tienen el estomago fuerte? Verán, es que lo que voy a contar es muy común, tener nauseas es relativamente habitual y cuando uno tiene que vomitar pues se vomita y ya está, no intenten aguantarse porque les ocurrirá lo siguiente, que se acumula y se acumula y al final lo acaban echando por la nariz, repugnante...

-Desgracia nº6:
Hay cosas que ocurren a diario difíciles de creer pero ocurren, esta pequeña desgracia me la han contado varias personas y aunque a mi no me ha pasado sé que tarde o temprano pasaré por ella, el caso es que más de un hombre al escurrirse el pene después de orinar se ha salpicado justo en todo el ojo con la consecuente irritación, vaya puntería, si a mi me pasara más de una vez comenzaría a mear sentado, vamos...

Bueno, me despido deseando que no les ocurra nada de esto y que tengan una feliz semana salpicada de pequeños placeres, yo me quedo aquí, escurriendo... ¡Perdón quería decir escribiendo... !

Luis Barrasa Martínez(Barrasus) Sevilla 8 de mayo de 2005

Ahhhhh se me olvidaba ¡a chuparla palanganas!(son cosas mías)