Tu mano toca la mía, como si supiera que
a partir de allí también me puedes despertar.
Conoces mi esencia, locura y pasiones,
y te aprovechas de ello para transformarme.
Mi deseo crece, cuando el tuyo fluye,
tu entrega es completa, quieres yo me entregue.
Me atrapas, me envuelves, pensar no puedo.
(y me pregunto, ¿pensar deseo?)
Te dejas ver y te me escondes:
me regalas tus formas, juegas con tu cuerpo,
te enseñas y te diluyes,
encendiendo la imaginación y el deseo.
Tu pelo roza mi pecho desnudo, así lo acaricias,
agitando la respiración y mis latidos,
con tu boca tapizas mi piel de sensaciones,
me llenas de temblores y me enciendes.
Siento tu tibia humedad que se me ofrece,
a mi piel entregándola, como un río fluye,
a beber me la das, quieres saciar mi sed,
en el intento la acrecientas, pero no lo sabes.
En mi mente crece, una idea con fuerza
que es tenerte,sentirte y atraparte,
para entregarte mi masculinidad,
como una ofrenda a tus ganas,
que son también las mías.
Para convertirnos en uno,
olvidar quien son yo y quien eres tú,
y volar los dos, derecho al cielo,
buscando un lugar donde colgar
las estrellas que en este encuentro creamos.
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