Simétrica y asimétrica es tu forma de ser. Digo eso por que siempre encuentro en ti el elegante equilibrio, pero también hallo esa explosión de colores fantástica que te da esa genial personalidad.
Tu alma, una imagen reversible, que mantiene el balance en tu parte oscura y tu parte inmaculada. La luz protege tu corazón de las ofensas oscuras del exterior, mientras que la oscuridad de tu interior te hace ver las cosas de una forma más realista y justa.
Tú y él, serie de imágenes infinitas que evolucionan al verlas. En cada vistazo se van convirtiendo en algo más precioso. Agregando matices vivos en los momentos más acromáticos de cada uno, poco a poco van diseñando su propia historia, agregando nuevas formas, nuevos colores, más sentimientos e infinitos significados.
Nuestra amistad, una escala de colores, desde los calidos hasta los fríos. En aquella escala encuentras amor, confianza, la forma de mantenerla, entre otras. Estos colores, se ven afectados por el exterior, pero nos damos la mano, para formar otro color, y dejar de ser lo que éramos. Cada día, damos pasos hacia delante. Firmes pero con caídas, de las cuales nos ayudamos mutuamente a salir, a sobrevivir de aquel problema en el que decimos estar metidos.
Querida amiga, tenemos los instrumentos para seguir dándole un acabado perfecto a nuestras vidas. Podemos hacer curvas y líneas perfectas, caminar por este enorme lienzo que llamamos vida, tomar rumbos diferentes, pero siempre, y no dudes nunca de eso, habrá un trazo que nos una. A veces tenue y otras muy claro, pero siempre constante. No dejemos esta obra a medias o terminarla mediocremente, por que se que es algo que guardaremos por el resto de nuestras vidas. Una verdadera obra maestra…
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