“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora” Eclesiastés 3:1 Ya llegó el tiempo, amor mío: el tiempo de los dos el tiempo de cosechar lo que en nuestros corazones nació -uno por el otro- sembrar. Ya llegó el día, amor mío: el día de los dos el día de despertar del sueño que alguna noche juntos nos atrevimos a soñar. Ya llegó la hora, amor mío: la hora de los dos la hora de caminar juntos de la mano de Dios para cultivar nuestro hogar. Bogotá, mayo 6 de 2.005 / 11:25 a.m
Texto agregado el 06-05-2005, y leído por 158 visitantes. (0 votos)