Mi Puerto

Tu salobre aroma va a caballo del Levante
para perfumar las riberas del Guadalete y tus alegres calles,
impregnando al gentío de agradecida simpatía.

Tu agua espumosa q besa de continuo a su granulada amante,
es morada de ricas delicias q aguardan fervorosas
las marañas marineras,
mientras el alba en la salina, se presta cauta y silenciosa.

Tus verdes pinares, lamidos por el fresco poniente,
cobijan lechos amorosos bajo un dintel de ramas y piñas,
jilgueros guardianes amenizan la entrega
del calor natural de los cuerpos.

Tus sarmentosas viñas se presentan repletas de granos
q absorbieron el color del sol, y empapadas del dulce néctar
q tanto anhela Dionisio.

Te oigo Vaporcito, te oigo,
sal con tu grito mas allá del espigón,
rompe con tu pecho las olas blanquecinas
y haz de ellas una fina lluvia,
Baila alborotado, baila en la bahía,
Y grita sin tapujos q eres de El Puerto de Santa María.