Fue cuando aquellas hojas se dejaron de leer
y comenzaron a fumarse.
Fue cuando aquella idea se aspiró
y la emoción que corría por las venas debió ser inyectada.
Fue cuando los vientos de esperanza se detuvieron
y mi patria terminó de arrodillarse ante el águila rapaz.
Y consumimos, consumimos dólares
Consumimos goles y milagros
Consumimos miedos, cuotas, desarrollo y egoísmo,
Luego se nublo el acervo, vinieron los mareos,
vomitamos la derrota
Y se borraron los recuerdos.
Tal vez la memoria nos recupere de la resaca
Tal vez no.