Es necesario a veces empezar el camino de noche, ojalá en un grupo grande de alocadas almas solitarias. De a poco las verdades afloran y los cariños de ensalzan, así como una lágrima ansiosa navega en tu rostro. Muchas veces los ritmos históricos repercuten en los oscuros momentos, invitando a la matería a agitarse. Nerviosas transmisiones químicas recorren tu universo carnal, que agitan con ritmo a tú cuerpo, y es un encuentro fugaz. En esos instantes miras al cielo, y sientes galaxias paralelas que giran en torno a tí, cual la Luna a la Tierra.
Texto agregado el 21-08-2003, y leído por 242 visitantes. (1 voto)