Corro en la noche junto al mar
recogiendo pedazos de una luna estrellada
para regalarte su cal,
esa que ilumina el cielo iluminará tu habitación apagada.
Así, siempre presente tendrás
la fina luz,
el tacto de la arena
y el olor a sal.
Texto agregado el 04-05-2005, y leído por 158
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