MARINERO
Marinero de ojos claros
Contemplas el mar desde mi ventana
Bajo el cielo de azules.
Te imaginas el viento, la lluvia
Esa que cae como
Llanto de nubes tristes
Ubres celestes descargadas a
Raudales sobre la tierra requemada.
Fumas tu pipa eterna, entornas lo ojos
Y el fuego de la cazoleta
Ilumina tu cara nocturna.
Pasan errantes las gaviotas, los pelícanos y gaviotines
Hojas que el viento arrastra
Van arando el mar en busca de peces
Que alimenten sus pequeños cuerpos.
Como sonoro cascabel, como campana desafinada
Sacudida estrepitosamente, resuenan
Sus cantos destemplados
Instrumentos desafinados en concierto
Monocorde
Como banda de ángeles desconsolados.
La gorra cargada de galones
Cubre tus cabellos de plata
Y abriga sueños de aventuras ya pasadas
Con olor a ron y fuego de gitanas
Morenas que con el fuego de sus ojos
Te salpicaron.
Como imágenes congeladas
Desfilan imperturbables
Puertos, mujeres y amigos
Ruido de tabernas, pestilencia de hombres
Remotos, vaho rojo que se cuela, que se mete
En la piel y que te evoca
Historias de mares lejanos.
Pantalones blancos, camiseta a rayas
Vistes la elegancia de años pretéritos.
¿Cómo fue que quedaste prendido
Estático con ojos soñadores,
Pensando en tu amada distante?
Ojos de fuego, amaneceres de promesa,
Néctar ofrecido en mano de mujer
Rosa volcánica húmeda y olorosa
Que conociste una y mil veces
Sueños que vuelven
Con porfiada insistencia.
Que se quedan prendidos en azul
De tus ojos fijos
Ya no hay respuesta,
Ya no hablas, estás mudo y triste.
Sólo miras lánguido el mar
Evocando lo que fue
Y lo que nunca volverá a ser.
Ahora eres sólo
Un muñeco de yeso, inmutable, tieso
Sin alma, sin corazón
Con ojos de cielo
Y barba pintada
Parado en mi ventana.
|