En el jardín de las ilusiones
entre desilusiones
una rosa doblegada
se pierde.
Y el sol descalzo, sencillo y caluroso
la está mirando,
quemando,
amando.
Cuando sus pétalos
rojos
de sangre y de duelo,
caen marchitos a sus pies
la rosa
dolorosa
canta a las rosas
su último canto,
amargo.
Una última palabra que murmuraba
ahora se la llevó la brisa-
triste palabra agotada,
sedienta y cansada.
Más allá en el horizonte se pierde su llanto,
entre nubes silenciosa su voz,
y ahí en el jardín de las ilusiones
entre desilusiones
la rosa roja
se desarma,
sangrante,
como una ilusión
quebrante.


© Natalie Najshomov, abril de 2005.