Mitos y Leyendas IV: Los impasibles.
Es ingente el material, investigaciones y documentales aparecidos en torno a la orden del Santo Grial desde la publicación del libro “ El código da Vinci” de Dan Brown. Gracias a esta novela, la Orden del Santo Grial ( o Saint Grial o Sang Real (Sangre Real)) se han hecho términos de uso común y por todos archiconocidos, dando clase a todo tipo de polémicas y conjeturas. Pero nada se habla de la orden de Los Impasibles, ¿por qué este silencio?. ¿Por qué nada se dice de este grupo escindido de la orden del Santo Grial en sus mismísimos orígenes?. Nosotros intentaremos dar un poco de luz sobre este asunto.
Los impasibles, o también llamados impávidos según documentos posteriores al SXII, aparecen por primera vez citados en algunos escritos burocráticos del reinado del emperador Juliano (331-363), conocido también como Juliano el Apóstata. Así, en el listado conocido como Listus Exiliorum dónde se incluían todas las órdenes y confesiones a las que se decretaba su disolución aparece:
“…. Quedando especialmente prohibida so pena de muerte, a parte de las anteriores órdenes citadas, la orden de Los Impasibles, los cuales deberán disolverse y caso de hallarse más de dos sospechosos miembros juntos serán ajusticiados in situ…”.
Según la creencia popular, la orden de Los Impasibles y la orden del Santo Grial tienen un origen común. Tras la muerte de Jesús, partieron dos embarcaciones del puerto de Jerusalem rumbo al oeste. En una de ellas se encontraba María de Magdalena junto con un grupo de discípulos seguidores de Jesús, en la otra un segundo grupo de discípulos. Pasado Sicilia, una tormenta separaría las dos embarcaciones, acabando la que en ella iba Maria de Magdalena en tierras Francesas, y la segunda embarcación en Génova. Fueron los miembros de esta segunda embarcación quienes fundaron la orden de Los Impasibles y se establecieron en Génova.
Las dos órdenes se distanciaron rápidamente en sus cultos. La orden del Santo Grial, creedores de poseer entre ellos la descendía de Jesús en el vientre de María Magdalena volcó su culto en la conservación y cuidado de esta dinastía. La orden de los Impasibles rendían culto a com se produjo la concepción de este linaje.
Tras la persecución del emperador Juliano, siguieron muchos más. Restablecido el cristianismo, en el SXI Clemente II exigió a todos los miembros reconocidos de la orden que apostaran de sus creencias y se integraran en la Iglesia Católica, a partir de ese momento la orden pasó a la clandestinidad, conservando como único rito distintivo el rito de “la Impasibilidad de Nuestro Santo Padre” durante las cenas, tal y como lo hizo Jesús y los apóstoles durante la última cena.
Aunque en la clandestinidad desde el SXI, la orden de los Impasibles, sigue teniendo renombre y captando adictos. Se dice, que en el S XII, no había cena en ningún mesón de Génova que no se hiciese bajo el rito del Impasible. Esto, traía de cabeza a los comerciantes Genoveses que veían como su poder iba decreciendo cada día más, y exigen a Gregorio X, que como pago a su colaboración económica en la octava cruzada,
persiguiese y extinguiese la orden los impasibles. Así aparece en el edicto fechado en 1272 con el nombre de “Impasiblum persecutorium” y en el cual se condenaba a muerte a todos aquellos que fuesen sorprendidos realizando el rito de la Impasibilidad de Nuestro Santo Padre.
La popularidad de la orden, y el determinamismo de sus miembros, hizo que en poco menos de un año se registren más de mil doscientas sentencias a muerte. Nuevamente, los comerciantes, asustados ante la pérdida de clientes que volvía a hacer que sus negocios bajasen , presionan al Papa Gregorio X en busca de una mejor solución. Es allí, donde la iglesia Católica acepta finalmente el rito de la Impasibilidad pero alterando alguno de sus puntos claves , y es como finalmente ha llegado hasta nuestros días. El documento, llamado “Impasibilum Ritus” data del año 1273 y es todavía vigente en nuestros tiempos, siempre y cuando el nuevo papa Ratzinger no le de por limpiar el polvo de las estanterías de la biblioteca, lo encuentre y lo prohiba.
“Impasibilum Ritus, reglas de rito: Siempre en número de 13 se sentarán los comensales a la mesa. A la hora de los postres, tras sorteo, el elegido se dispondrá debajo de la mesa. El resto de comensales levantarán sotanas o bajarán calzas. El elegido chupará el miembro del comensal que más le venga en gana por apetencia, tamaño o preciosidad, hasta exprimir la semilla allí contenida. Durante este proceso, todos los comensales guardarán absoluto silencio y sólo podrán mirarse a las caras, tratando de averiguar sobre quien se está practicando la felación. Caso de adivinar el resto de comensales sobre quién se realiza la felación, este pagará la cena. Caso de no averiguarlo, al canto de “Santa Impasibilidad”, el felador deberá pagar la cena. Así queda dispuesto y así se hará siempre que durante la cena se apele al rito de la Santa Impasibilidad”.
Según hemos podido averiguar, cotejando otros documentos de la época, y estudiando también referencias ocultas en las obras de miembros ilustres de esta orden como Dante Aligrieri, el cambio sustancial en el rito se basa en que anteriormente era el mesonero o camarero quien debía adivinar quien estaba siendo “ordeñado”, caso de no averiguarlo los comensales salían sin pagar apelando a “la Santa Impasibilidad de nuestro Señor, si Jesús no pagó, tampoco lo habré de hacer yo”. Esto condujo al enojo de los mercaderes de Venecia, que veían como sus clientes se marchaban dejando deudas en las mesas, posteriores presiones para la erradicación del grupo y final cambio en el rito.
Aunque poco a poco la orden ha ido perdiendo adeptos, se cifra actualmente unos diez mil miembros en todo el mundo, entre los cuales también se aceptan mujeres. Yo por eso, nunca dejo de contar si hay 13 comensales en las mesas grandes de los restaurantes que voy.
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