Me baño contigo, cae tu sonrisa como lluvia que moja mis sentidos y te quedas en blanco, imaginando como recorres mi cuerpo como agua refrescante, me empapo en tu imagen que hasta al dormir me acompaña.
Tu rostro me mira sin verme del todo, estoy desnudo y franco ante ti, me has desarmado y las depuestas armas he dejado, sólo para liberar los brazos que se alarguen a abrazarte y bañarte toda de mí.
Tu risa llega hasta mí por conducto de tu pecho erguido, hace calor afuera pero tenemos algo de frío, de acercarnos y envueltos por el vapor cuando perder la cordura podemos, confundiendo el sudor producido con una simple condensación.
Escurro por entre tus piernas mis manos líquidas, cálidas y furtivas lejos del control que tus dedos les imponen, plena y estrecha junto mío, estás empapada de mi cuerpo, impregnada de mi aroma en tu piel bañada completamente en mí.
Te mojo toda, te envuelvo en mi manto para secar tu dulce vientre liberado, aún caigo a gotas por tu cabello y no sé aún quien se baña de quien, si tú de mis locas ganas de amarte, o yo de tus dulces ganas de tenerme a la espera de robarte un beso furtivo y fugáz.
Salimos los dos empapados, sudantes, en busca de la miel que juntos la sed del otro nos quite un simple fruto hasta ahora prohibido, soy cada vez más tuyo, y no me quiero secar de ti, quiero de amor estar empapado. |