La alegría que siento no imaginas cuan grande y hermosa es. No alcanzas a pensar siquiera en como son las cosas. En como me siento ni en como cada paso, se llena de vida y fuerzas para seguir caminando.
Las heridas no dejan de estar presentes. Los recuerdos no dejan de permanecer; ni tampoco algunas lágrimas que se escapan cuando nadie me ve. Es algo hermoso. Algo muy bello que quiero decirte y compartirte.
Entiendo que no es lo mismo hablarte a pasarte un papel. Entiendo que no es lo mismo mirarte y esperar que digas algo, a sencillamente pedirte unos minutos de tu tiempo, para expresarte lo que guarda el interior de mi alma.
No. No es lo mismo. Pero puedo asegurarte que el cariño y la intención, no cambian. Las palabras son las mismas. Con un mismo corazón. Un mismo interés. Un mismo sentimiento.
El dolor por no poder decirte todo, se empieza a acostumbrar y a llorar en silencio cuando no aguanta más. Se empieza a ensamblar en una sociedad mediocre llena de prejuicios y apariencias. Una sociedad ciega, que no ve más allá de sus ignorantes e inservibles ojos. Aquellos que solo sirven para apreciar lo superficial, lo que muere… y sólo pueden ver los corazones marchitados.
El miedo que a veces llega, no quiero permitas entre a tu vida. No quiero sentirte lejos, ni tampoco consumida por el terror del sufrimiento. No debes temer cuando te hable con el corazón. No debes dudar cuando las palabras que escuchas, las sientes de parte de Dios.
No debes permitir que otros apaguen tu llama encendida; roben tu sonrisa, o hagan hablar tu boca, cuando prefieres callar. No debes permitir otros dañen tu cuerpo. Tus sentimientos. Tu corazón.
Eres una perla preciosa. Un tesoro. Una joya que día a día, Dios quiere pulir.
Dios quiere hacer de ti una mujer grande. Una mujer hermosa, que no quede estancada en el camino como muchas otras, que han dejado de creer.
No quisiera algún día llorar por ti, cuando sepa que alguien te ha hecho daño. No quisiera pedirte que me abraces fuerte, cuando tema tenerte cerca por última vez.
No quisiera perder esa partecita de mí que hay en ti. Que eres tú…cuando te vayas como los demás, por el instinto de la emoción. De la mentira y la facilidad. Cuando decidas caminar sin pasos firmes como el mundo. Sin aspiraciones o tan solo un sueño. Cuando dejes de mirar con los ojos del corazón.
Cuando dejes de hablar con las palabras frías y secas, pero inundadas de verdad y amor.

En un caminar contigo diario me encuentro. Son pocos los minutos. Muy pocos en realidad; y aunque quisiera tener más tiempo, es bueno creer que siempre tengo algo que decirte. Algo que aprenderte. Algo que enseñarte o sencillamente, mostrarte desde adentro. Desde lo profundo de mi ser. Lo mas sincero y humilde, que pueda yo entregarte.
Es maravilloso todo eso. Despertar y encontrarme al poco tiempo con mi infancia. Mis ojos cuando aún no eran cómplices. Mis manos, cuando aún no habían matado. Aún no se habían mojado con el agua de la tristeza… aún no se perdían en los placeres del mundo. Del hombre. De la muerte lenta y agobiante, que me perseguía.
Una sonrisa tuya regala vida a este corazón. … Ánimo al dolor…
Paciencia al caminar continúo por las piedras
que están debajo del sol.




Para Ti Mi Bebe







Abril 27 de 2005
Viviana

Historia Personal..............