Te he con el alma tocado, te siento a flor de tu tersa piel y aún te tengo en mis manos, impregnada, no necesito cerrar los ojos de tu imagen dilatados para mirarte porque mis labios aún te vienen recordando… si me sabes a prudencia y resguardo, aún te vengo respirando.

Tu sonrisa me estremece todavía y el sentimiento ha con ello cambiado, se ha hecho más grande, como las ganas que mantengo todavía de besarte en los blandos labios que mi mejilla rozaron, mostrándome la ternura de un beso apasionado que tienes para mí guardado entre tus alas.

Esta, mi tarde te he completamente dedicado y me has acompañado tú, para conocernos el alma a pedazos platicada. Me he subido en tu carruaje acerado, juntos hemos andado mirando a través de las ventanas que por un instante del mundo nos aislaron, cómplices de nuestro encuentro anticipado, donde te he sentido a flor de risa, sudor, nervio y piel.

Después de estos efímeros momentos que compartimos mientras te recargabas confiada en mi hombro, la sala se quedará esperando regresemos con algo más que un final mal logrado, aguardando a la entrega que me vienes platicando.

Tu aroma esta noche me acompañará al dormir, para ayudarme a soñar contigo a mi abrazo angosto aferrado a tu cabello de gato, tu espalda de las cuitas se empieza a liberar si me confías lo que más te viene doliendo desde hace tanto… Hoy dormirás entre mis labios que te mencionen y mis brazos que te vengan estrechando.

Me correspondes más a cada instante mientras te venga perteneciendo mi voluntad, sólo espero me conozcas lo suficiente para ver porqué la mirada en tu ser he repostado… Te siento a flor de tu piel de ángel.