La vida en gris
Jorge Cortés Herce

Yo siempre opiné que mientras no involucres tus sentimientos no estás siendo infiel, sólo se trata de carne. ¿ A poco si se te antoja y tienes la posibilidad de manejar un Porsche, no lo haces?. Pues así, si tienes la oportunidad de tener sexo con una mujer que te gusta y no es tu esposa, claro que también lo haces, y si así son dos o más, y te alcanza la lana y el tiempo, ¡claro que lo vas a hacer!. Pues somos hombres, caray! Y no me salgas con que es pecado. Mira, la primera vez que estuve con otra mujer que no fuera mi esposa, también me sentí mal, andaba yo cuestionándome todos mis actos, pero, ¿que crees? En la noche se me apareció Dios en medio de mis tribulaciones, y me dijo: “ No te preocupes hijo, eres hombre”. ¿Ves? Dios lo entiende, ergo no es pecado. Si lees el diccionario, verás que Adulterio es violar la ley conyugal, pero como te dije, si no estás involucrando los sentimientos, no violas ninguna ley. Malo que te enamoraras de otra vieja... ahí si la estarías regando, porque entonces si estarías faltando al matrimonio... mientras sea tu mujer a la que amas, ¿ a quien le importa si te estás tirando a otras?. Así, yo decía que nomás se los haces saber desde un principio “ mira, yo soy casado y no quiero tener ningún problema en mi matrimonio”, si ella aceptaba las condiciones, entonces sí, a- la- ca-mi-ta. Ahora bien; tienes que tener cuidado de que ella no se vaya a enamorar, por que con muchas de ellas es completamente a la inversa. Se pueden acostar contigo dizque por placer, pero casi siempre subyace otro interés que puede ser el económico, o bien el que te claves con ellas y tengan una feliz ruptura matrimonial y el inicio de otra love story. Así que cuando veas los primeros signos de enamoramiento, córrele. Yo tenía cuatro viejas, y tres de ellas sabían de la existencia de las otras, la única que creía que era bien santito era mi mujer. Una vez Mónica me insinuó que quería verme más tiempo, que no le gustaba ser “una de las otras”, en el momento la corté y no tardó ni veinticuatro horas en hablarme al celular, para que la perdonara.
Sandra tenía marido, pero seguramente no le daba para el gasto, porque conmigo se comportaba como perra en brama, pobre tipo, a veces me daba pena pensar en él, pero cuando estaba con su vieja, a los dos se nos olvidaba lo buena gente que era.
Leticia era la mas fina, nunca me buscaba, nunca me daba un solo problema, podían pasar semanas sin que le llamara y el día que lo hacía, ahí estaba lista para el placer. Cuando llegaban las preguntas sobre que tendría de especial, terminaba contestándome que suerte, pura suerte.
Pero se acabó, un día se me ocurrió proponerle a Sandra que hiciéramos un trío con Lety o con Mónica, nunca lo hubiera hecho. Se volvieron súper amigas y terminaron conspirando contra mí. Me comenzaron a chantajear con presentarse en mi casa...al final hasta Leticia se les unió y Luisa terminó enterándose. Primero ya sabrás, el escándalo y el moqueadero, luego me puso una demanda de divorcio y ahí sí, la causal de adulterio no me la quité con nada, me quedé sin viejas, sin casa sin dinero y sin hijos... Pero aquí donde me ves, todo mugroso y teporocho amigo reportero, todavía tengo mi pegue... Invítame otra botellita y te cuento de unas viejas que me andan acosando, quien sabe por que tendré tanta suerte.