En el silencio solo canto de aves
que dibujan con ligeros trazos
pequeños souvenirs en el cielo
invitándonos a salir.
La oscuridad del cuarto
apenas violada por la frágil
transparencia del aire inflamado
en miles de brillantes líneas,
creadas por el fuego eterno
en el regazo de la ventana.
Cuerpo desnudo sobre la cama
atrapado entre sábanas y almohadones
tan cercano a la última paz.
Abandona ya las bellas imágenes oníricas
que te pierdes la realidad.
Es hora de despertar.
Texto agregado el 20-08-2003, y leído por 255
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Lectores Opinan
20-08-2003
Es mi dilema de todas las mañans y como aún conciente no kiero abandonar el mundo onírico vengo akí para seguir en el sueño flucito
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