Ya puedo pensar: " Voy a nacer "
Voy a llegar, como le dicen a los niños cuando preguntan, desde París o de algún otro confín del planeta para alegrar al hogar de mis padres, con mis llantos y mis sonrisas.
Todavía estoy en el vientre de mí madre. Ella ya siente, cada vez más continuado, el rítmico latir de las contracciones que anuncian mí llegada.
Voy a nacer después de todos esos meses de gestación en el húmedo y oscuro vientre materno, veré la luz y será el primer dolor;l uego vendrán los demás, con los días, con la vida.
Puedo sentir el gemir de ella y las voces que la calman. ¿Que la calman?, " Respira profundo y empuja ." le repiten una y otra vez mientras que piden todo lo necesario para mí llegada. La primer ceremonia.
Mí padre se sentirá intranquilo; tal vez, si fuma prenderá un cigarrillo detrás de otro.Uno, dos, tres ... veinte, y de nuevo a empezar y continuar con esa contaminación a la que yo voy. La primer injusticia.
Creo que ya es el momento, todo lo señala. Hace unos días que todo se dio vuelta y estoy cabeza abajo, las contracciones y todo lo demás, " respira,empuja", las voces, las ordenes. Pensar que hace un tiempo era tan solo una célula recién fecundada, una pequeña explosión de energía.
La luz, la gente, la contaminación... ¡Nací!
Siento que me pegan en las nalgas y ríen mi llegada mientras que yo lloró mí primer castigo.
© Norberto Adrian Mondrik.
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