No llores, no es necesario. Mira el calor de la Tierra, tierra de nadie. Siente mi presencia, la de los que te aman. Sueña despacito, sin despertar a los duendes que viven en las nubes, despacito. Calla tu garganta, no merezco tus palabras, no las merezco. Piensa en los tuyos, aquellos que te dieron la vida y ahora te la arrebataron sin rubor. Quieto, no muevas nada... ¿Qué me dices de tus hijas? Perdona no lo he podido evitar, ssshhh, no hables. Yo cuidaré de ellas, te lo juro por... mejor te lo prometo, ya sabes que no me gusta jurar, jeje.
Debí haberte llevado al hospital, creo que hubiéramos llegado a tiempo, o quizás no. Es igual, a lo hecho, pecho.
No no no llores, no me hagas llorar otra vez por favor. Ya no aguanto más, te... lo siento, no sé lo que me ocurre, me estoy volviendo loca, creo.
Pero es verdad, tengo razón. Yo no tengo la culpa, no la tengo. La culpa es tuya, sí, toda es tuya. Me has amargado la vida, aún me la estás amargando. ¡Fuera de mi vida!¡Muere ya!No me obligues ha hacerlo....


"Matarse por no morir es ser iguamente necio cobarde, es la acción más infame del entendimiento, por ser hija de tan ruines padres como son ignorancia y miedo: dos vicios en cuyo matrimonio no se ha visto divorcio, pues quien tiene miedo ignora, y quien ignora, tiene miedo."