Tal corteza sin valor y sicótica se aferra a golpear la muñeca que has roto. Y débil es el inexistente sentido audaz que subleva tus instintos animales sobre la visión mimetizable cuando te rehúsas ha despertar.

Percibo si imaginases una pequeña gota de sabor de la oferta que ha sido denegada por el preludio de la mente perversa que enfrasca a la voluntad de una historia lisiada y lodosa. Sodomisate de nuevo maldita prostituta de la imaginación; apretada y sin ética te has dejado mangonear por el balance de los demonios. Espera por la guía y termínalo todo.

¿¡Pero qué esperas!? despójate de tus ropajes; de esa muralla que te rodea. Yo soy la mascara que habla dentro del concreto de tu piel, yo soy el rey ahora, no me digas nada. Soy el tonto por un día que se esconde en el concreto del parque. Me escondo en el valle de las sombras alcalinas; ¿así que me puedo despojar de mis ropajes ahora?, ¿quién es el tonto ahora? Una nueva idea de tu mente retorcida surge y siempre debes caer ante el payaso. Puedo vencerte, puedo hacerte trampa, ¿puedo ser tú?

Como en un sueño solo un hombre puede saborear la tierra, el la mastica, el prueba la mierda ahora. Traga la tierra que se desprende del sudor frío que corre a través de la cien de un viejo decrepito. Solo ahógate en esa mierda, en esa tierra y trágala mezclada con el calido sabor de la sangre y el dejillo impasible de la derrota.

Quiero morir una vez mas, ruedo y observo las luces blancas, excéntricas y maniacas que se asoman sensualmente desde los ladrillos oscuros de la mente uveral. Solo esperas que la risa caiga como relámpago con un vejo de pesadillas que se escurren por los vértices de tus lagrimales vírgenes. Despierta y muere una vez más como si en un sueño solo una vez más debiera morir.