Inicio / Cuenteros Locales / peret / El rencor reside en el fruto de la palmera
Ayer estuve en un vértice. Ahí estaba cuando resbalé y caí, sin miedo, sin ropa, sin chan. Aterricé en un callejón oscuro pero escuché ruidos tras una puerta liante. La atravesé y había una fiesta, pero no debí de hacerlo... era una fiesta de dátiles violentos.
Vinieron a por mí nada más verme porque eran dátiles muy muy violentos. Eran dátiles sin alma ni camisas. Estaba muerto de miedo, pero conseguí preguntarles:
- ¿Por qué sois tan violentos?
Y me contestaron:
- Porque somos de Alzira. |
Texto agregado el 18-08-2003, y leído por 242
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