Es injusto por qué te quiero cerca. Tienes el aura de lo que siempre tuve lejos. Te miro desde tus ojos, porque en tu mira están los míos, cada vez que paso por tu territorio. Pareces lejano y cada día en el piso inferior te encuentras... ocho mentes de diferencia, como si me importara tanto que me encuentres en el balcón cada momento que llamas en silencio. Quiero agradecerte el haberme entregado la silla ese día... ¿por qué a mí? Si habían tantos mas que deseaban tenerla... metáfora del amanecer contigo.... me siento grande bajando peldaño peldaño, hasta encontrarte fuera de la sala de clases... ¡tanta comunicación sin decir nada!
¿qué quiero de tí?
No sé, otra vez no lo sé.
Parece que buscara un poco de tu aroma, en tanta facha de escolar rebelde.
Viene otro día lunes, de nuevo estás aquí. Saltan mis ojos de sus órbitas buscándote descaradamente, donde sea que te encuentres. Tal vez quiero una entretención en ese asco de colegio. Espero que sea eso, obviando los celos, las distracciones en clases, y mis manos pidiendo tu piel.
Con esa mirada abrázame y protégeme, puedes hacerlo
Da un paso hacia arriba, estoy esperando tenerte.

Suena la campana...
Te veo al próximo recreo.