Aquí hay luna llena, si. ¿Y?... ¿de qué más me sirve ahora? ¿Es que acaso la puedes tú, como yo mirar esta noche desvelada de no conciliar el sueño escapista? ¡Te extraño hasta las uñas..!
Ladran los perros, sigo en el camino... sin tí, sin ruta ni destino que nos acompañe, y de tanto mencionarte ha cambiado el sabor de mi boca, ¿Escuchas los gallos? Aquí lloran las sirenas,¿te asaltan aún las dudas?
Te llevo sobre mis hombros moribunda, no sé si lleguemos hasta donde te había prometido si me dejabas llevarte... acaso me dé tarde cuenta de que al no responderme, en mi monólogo hayas muerto ya.
Estoy seguro que siempre estuviste a mi lado, ¿de verdad, valdrá la pena seguirlo intentando? ¿alcanzará con mi deseo y tu desidia de contestar? ¿Llegremos pronto a tanto y tan lejos, si no puedes decidirte a hablar?
Aquí hay luna llena, sé que la puedes mirar, pero no creo que ya te signifique tanto... Sí, la esperanza muere al último, pero lleva en agonía demasiado tiempo sobre mi espalda colgada, no sé cuanto es suficiente, no sé cuando demasiado.
No alcanzo a rendirme, no me resigno a dejarte morir, ¿contestarás algún día, cansada de que no te permita descansar? ¿Cuando y dónde te debo dejar de mis ojos, en forma de llanto bajar? |