Él:
La vida que le ha tocado, hoydía factura decepción a su cuenta, al verse empañada por sus propias y nunca querídas demencias.
Arrebatos.
Voz del hombre dolorido.
Lo siento.
Quisiera poder explicarselo.
Suelo vender mi tiempo al coraje que llevo oculto en mis puños, para cuando sea el día correcto y preguntarle si acepta una de mis áncoras.
Pero es una sombra que sabe esconderse bien.

Y aveces creo estar loco por dedicarle un trozo de mi vida a poder abrazarle y decirle lo que no le dijo su madre, lo que no valora de su mujer.

Ay! ...

Un estruendo ha desmembrado mi orgullo...
...su mujer, es a quien amo.

Y me veo estampado en sus ojos apenas los abre...
y apenas se llenan de las dos lejanías que le convergen.