- ¡No te creooo…haber muéstrame!
- Mira, si inclusive tuve que estar toda la mañana parada frente al espejo peinándome el cuello a ver si desaparecía. ¡Simón es una bestia follando, jajaja!.
- ¡Guauuu, que chupón que te ha dejado mujer, menos mal que es tu marido mira que si hubiese sido tu amante no estarías aquí contándome esta historia, jajaja!
Cuando Angela le dijo lo del chupón casi gritando a su amiga Lola debido al bullicio del lugar; de inmediato los demás parroquianos y parroquianas que a esa hora repletaban el café ubicado en Providencia con Avenida Los Leones, dejaron caer sus inquisitivas miradas sobre el par de amigas que se hallaban sentadas cerca del ventanal que daba la calle. Lo del chupón en el cuello se había escuchado fuerte, casi con eco, lo que provocó el escándalo de algunas señoras que bebían el té, y las pícaras sonrisas de la mesa vecina.
- Joer Lola por Dios, psshh!, habla más despacito mira que los intolerantes éstos son muy fijados. Además súbete ese cuello mira que se te nota el hematoma, jíji. Me alegro que las cosas vayan así de candorosas con tu marido; siempre es así al principio, el sexo es como un juguete nuevo. Y dime, ¿Simón es bueno en esos menesteres?…¡Dale cuéntale a tu amiga!
- Uff, si tan solo te contara lo que es capaz de hacer ese animal, fíjate que el otro día en tu casa me levantó el vestido, con cuidado sacó mis bragas, y en cuanto te fuiste a la cocina con Raúl, ¡zas! ahí mismo me subió encima suyo. ¡Siii amiga mía Simón me lo hizo ahí mismo sobre tu sillón de cuero, jajajaja!…¿lo puedes creer?…¡me folló en tu misma casa y mientras tú y Raúl estaban ahí, jajaja!.
- Cállate tonta, mírale la cara a la gente, ven acércate y préstame tu oreja. Cómo se te ocurre hablar esas cosas en voz alta, recuerda que estamos en un lugar público…ya no me hagas pasar más vergüenza, sino mírale las caras a esas viejas del frente. Te propongo mejor esto: cuando te refieras al sexo habla mejor de papas fritas, es decir cuando te refieras a ellas, yo entenderé que se trata de la manera como Simón te hace el amor; ¿estamos linda?.
- Ok, dale!
Cuando Angela volvió a dirigirle de manera solemne y rebuscada la palabra a Lola, en el café se oyó fuerte su sarcástica e inmadura conversación, era evidente que las orejas copuchentas del resto seguían atentas la animada conversación entre las amigas.
- ¿Y linda a su marido le gustan todavía las papas fritas?…jijiji!
- Uy ni te imaginas linda, lo vuelven loco, claro que ahora es menos que antes, tú sabes por aquello del colesterol que si no se cuida termina ‘pata de laucha’, jajajaja!. Y al suyo mijita, ¿le gustan también las papas fritas?, por lo que me has contado, es evidente que sí.
A esas alturas la conversación se había vuelto el interés de todos los intrusos parroquianos del café, más que nada debido al tono burlesco de sus dichos, la conversación llenaba el interés libidinoso de todos los cercanos a su mesa.
- ¿Que si a Simón le gustan las papas fritas, preguntas en serio?. ¡Pues claro mi amiga, mira Simón es de aquellos que despierta en la mañana y ya quiere papas fritas. Haber para que te vaya quedando clara la magnitud; Simón es de aquellos que comen papas fritas en la mañana, en el almuerzo, después del almuerzo, a la hora del té, a la hora de la cena; es un loco adicto a las papas fritas; mira es tanto su fervor por ellas que en cuanto se las sirvo las devora hasta acabarlas todas, es tan, pero tan goloso que no le basta con no dejar ninguna, sino que además en cuanto las termina de engullir, tiene esa exquisita manía de lamer el plato, jajajajajajajajajajajaj!!!.
- ¡Jijijijijijijij, ya para por favor que me hago pipí; ...mesera otro café please...juajuajuajuajua...ayayayay!
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