Un robot enorme tejía
la vida electrónicamente,
creaba sueños pegados
almas distorsionadas

Hacia evolucionar la creación
le ponía alas a los duendes,
descarados irrumpían la noche
la luna seguía ahí, distraída, como ausente.

Los delfines del vacío
danzaban en noches opacas,
aferrados al árbol de la
noche triste, morían...

otros crucificados solo
oraban, esperando el final
fumaban, inhalando las piedras
elevando el azul ...

Tu cuerpo se deslizaba
sobre otras manos
evaporándote en otros sueños
te alejabas mas del real.

Las animas lloraban mirando
al mar desangrándose
se desplazaban entre la brisa
desnudas, estupidas...

Dejaban su sombra sobre la arena
perdidas gritaban, buscaban
entre mis escombros
la tristeza que un día vendí

que un día alimente
escribiendo canciones
en aquel piano, hechas
para ti... para mi...