Herido de muerte estoy
con tanto sometimiento;
si hago caso a este sentimiento,
apenas se quien ya soy;
Pues no consigo desnudar
mi alma maltrecha y hundida;
me cuesta cerrar la herida
que abriste tú sin pensar.
El tiempo ... y un mientrastanto;
la ilusión de nuevo nacida,
y aquella vida perdida,
... que me sigue ilusionando.
Y no quieras arrancarme lo más ingrato de mi vida,
es posible que me guste el dolor que me consuela,
y aunque no te lo parezca y por mucho me duela
No importa el dolor ... es ya Mi Herida.
Texto agregado el 21-04-2005, y leído por 126
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