"Qué es ésta humedad que siento", diría cantando la nieta de la Parra,
y me cuestiono lo mismo, mientras escucho melancólica canción,
es la necesidad lo sé,
no logro alcanzar tus frios brazos,
¡cuanto pesa todo esto!.
Y en la esquina de tu corazón, me asomo,
no me ves,
miro el suelo en señal de derrota
y ahí en la vereda dos lágrimas te he dejado.
Me invitas a jugar, pero en seguida te arrepientes,
y yo sigo sin caricias,
con los bolsillos vacios de besos,
no me has pagado,
¡cuanto pesa todo esto!.
Una violación de mi boca es lo que reclamo a tus labios,
sorpréndeme,
esperánzame,
arriésgate,
que esto pesa mucho.
Soy frágil, pero aún puedo aguantar los desaires,
al ciego que nunca divisó mi mirada nerviosa,
mis mejillas sonrojadas, mis palabras tartamudas,
mi deseo gritando " tómame pronto maldita sea".
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