Este frío me recuerda a tu mirada esquiva,
la tarde te dibuja lejana en mi mente,
no entiendo realmente el porqué de estas líneas,
si juegas hoy con la ingenuidad de mi esperanza.

De imprevisto te pensé posible,
los minutos le dieron forma a tu figura,
llena de la luz más oscura que hube visto,
llena de todo y nada a la vez.

Será que en tus ojos mi futuro tuvo al fin sentido,
que hoy he decidido vivir del recuerdo más triste,
que me valgo de la amargura para ser feliz,
será que aún no aprendo a estar sin ti.

Y qué si con esto te pido que quieras odiarme,
que odies quererme, como lo hago, como lo haces,
que olvides mi maltrecha retórica de esperarte,
que temo haber superado mi propio engaño,
de creer imposible olvidarte.