Un corto de una historia alterna que estaba haciendo... Es algo de hace un par de años, pero crei bueno rescatarla.

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La edad: 16 años.
El sitio: Algunas montañas desoladas.
Yo, Axel Dagger Windstorm... Mis viajes me han llevado por ciudades tan increibles, y por ende he conocido a seres extravagantes o malditos... Pero creo que eso ultimo bien podria aplicarse a mi persona.

La noche era terrible, la lluvia parecia más un monzón que algo más. Mi refugio estaba inundandose, pues la maldita cueva no era muy grande y apenas podrian caber dos personas muy apretadas. Mi comida habia sido robada por lobos salvajes, y mi ropa estaba hecha jirones... Parecia que no habria mayor salvación que buscar alguna ciudad, pero entonces traicionaria mis ideales. Y entonces retrasaria mi busqueda por mi hermana "¡Demonios, que no daria por un pedazo de pan y una acogedora piel!" Me decia a mi mismo en aquellos momentos de desesperación.

Incluso mi espada, Okoroniya, parecia triste y acomplejada por la situación en que yo me encontraba, pues las gotas de agua que resbalaban de su hoja me parecieron lagrimas incontenibles. No me podria pasar nada peor, pensaba incredulamente, hasta que los rugidos de las bestias de esas tierras me hicieron reconsiderar aquel pensamiento, al tiempo que varias pisadas se escuchaban a través del torrencial.

Lobos... Esos malditos lobos regresaron y ahora deseaban algo más de mi... De hecho, me deseaban a mi ahora... Sus ojos inyectados de furia (O de rabia) se posaron sobre de mí rapidamente, al tiempo que yo tomaba mi espada para defenderme el mayor tiempo posible. No habia temor, pero tampoco habia razón, pues salí a enfrentarme a ellos y por eso cometí un error pues los aimales rapidamente se pusieron a mi alrededor, en los cuatro puntos cardinales, mientras yo los veía lo más calmado que podia. Mi cabello mojado me tapaba un poco la vista, pero eso no me detenia para querer salvarme a mi mismo, incluso cuando los lobos a mis lados comenzarón el ataque...

Las heridas en mi espalda y en mi brazo izquierdo son pruebas de mi batalla, sucediendo que al monstruo de la derecha lo partí de un solo golpe, pero el de la izquierda me mordió salvajemente y el que tenia detras me atacó con sus gigantescas garras. Caí al suelo por el peso de aquel ser, mientras mi sangre comenzaba a cubrir el suelo, y sin hacer otra cosa recordé los pocos momentos de felicidad que pasaba con mi hermana antes de ser separados hace casi once años (Para ese entonces) Recordé la promesa de encontrarla sin importar nada, recordé que habia comenzado aquella busqueda tan solo por ella y no dejaria que unos simples bastardos me detuvieran en esa noche. Y fue cuando sucedio...

Mi furia se desató increiblemente, y un alo de luz se posó sobre mi cuerpo, alumbrando aquella noche tan terrible. Me alzé como si nada me hubiera pasado, y vi mis manos... No sé como sucedio realmente, pero al tomar mi espada y blandirla en contra de los lobos, podia sentir como mi sangre hervá y sentia un gran fuego crecer en mi alma... Los elementos comenzaron a hacer mi mandato, anuque de maneras algo bruscas... La lluvia se detuvo tan solo sobre de mi, la tierra tembló, pero solo derrumbó la cueva, y los truenos parecian bailar a mis sentimientos de furia...

Mi deseo se cumplio... Obtuve un poco de comida, e incluso pieles para cubrirme por el resto de la noche... Si los lobos se pueden comunicar telepaticamente con otros, o por medio del paso de las generaciones, ahora saben que no deben hacerme enojar, o pueden terminar como parte del olvido...